“Estoy bastante contrariado y, en primer lugar, quiero decir que, a pesar de que decidí no venir a Adelaida y no correr este GP, estoy contento de estar aquí. A fin de cuentas ésta es mi pasión, mi profesión, y parte de mi vida. No siempre siento placer por esta vida, pero hasta el día que este placer siga siendo mayor que las frustraciones y las situaciones desagradables continuaré compitiendo.
Al contrario de lo que pensaba, tuve que volver a Europa después de Japón. Principalmente para establecer los principios por los que vamos a luchar. Volví de Europa el domingo por la noche para descansar unos días en el norte de Australia, a fin de recuperar el cambio de horarios. Creo, asimismo, que es en los momentos difíciles cuando se amplía la personalidad de las personas y el sentimiento de respeto. Ésta es la experiencia que estoy viviendo estos días. El fin de semana tendremos otra lucha, otra batalla, porque eso son los GP, luchas y batallas. Estoy aquí porque en primer lugar soy un profesional y éste es mi deber con el equipo. Como los atletas, nos entrenan para que nuestro cuerpo haga lo que nosotros queremos, no lo que quiere él. La mayoría de las veces llevamos al límite cuerpo y mente, para hacer aquello que un deportista sabe hacer mejor. La única motivación que tenemos para estimular esa pasión, este deseo, esta determinación, es, en primer lugar, creer que podemos conseguir ser ganadores. Una vez alcanzada la victoria, sentimos una fuerte emoción al subir al escalón más alto del podio.
Por eso, quien quiera que sea, donde sea, que prive a un atleta de ganar una competición y subirse a ese escalón para obtener así la recompensa a su motivación y esos momentos de alegría esta haciendo un daño tremendo… Eso fue lo que sucedió conmigo… Y es un golpe muy fuerte para mis valores. Esto fue lo que ocurrió en Suzuka. Fue desleal, irreal.
Pero fue lo que sucedió porque las personas con poder decidieron que tenía que ser así. En todo caso, todo está contra nosotros, contra nuestro corazón, y es entonces cuando empiezo a pensar si realmente es necesario que diga todo esto. ¿Por qué motivo continúo haciendo esto si se que no me están tratando de forma leal? A pesar de todo, las carreras, la competición, las llevo en la sangre. Son parte de mi vida, son parte de mí, durante toda mi vida. Son más importantes que cualquier otra cosa. De hecho, yo sé, en lo más profundo de mí, que la situación vivida estos últimos días sólo me motiva e incita a luchar contra ella y demostrar que lo que estoy haciendo tiene algún valor. Me motiva luchar hasta el final. Creo que podremos devolver la justicia a nuestro deporte y recuperar la dignidad perdida!" ( Prost le acababa de "robar" el campeonato a Senna en 1989 durante la ultima fecha, siendo ambos compañeros de equipo... cabe destacar que Senna le "devolveria la mano" al año siguiente saliendo este campeon, exactamente del mismo modo y en el mismo GP de Suzuka: impidiendo que Prost terminase la carrera, esta vez colisionando ambos en la largada. )
Al contrario de lo que pensaba, tuve que volver a Europa después de Japón. Principalmente para establecer los principios por los que vamos a luchar. Volví de Europa el domingo por la noche para descansar unos días en el norte de Australia, a fin de recuperar el cambio de horarios. Creo, asimismo, que es en los momentos difíciles cuando se amplía la personalidad de las personas y el sentimiento de respeto. Ésta es la experiencia que estoy viviendo estos días. El fin de semana tendremos otra lucha, otra batalla, porque eso son los GP, luchas y batallas. Estoy aquí porque en primer lugar soy un profesional y éste es mi deber con el equipo. Como los atletas, nos entrenan para que nuestro cuerpo haga lo que nosotros queremos, no lo que quiere él. La mayoría de las veces llevamos al límite cuerpo y mente, para hacer aquello que un deportista sabe hacer mejor. La única motivación que tenemos para estimular esa pasión, este deseo, esta determinación, es, en primer lugar, creer que podemos conseguir ser ganadores. Una vez alcanzada la victoria, sentimos una fuerte emoción al subir al escalón más alto del podio.
Por eso, quien quiera que sea, donde sea, que prive a un atleta de ganar una competición y subirse a ese escalón para obtener así la recompensa a su motivación y esos momentos de alegría esta haciendo un daño tremendo… Eso fue lo que sucedió conmigo… Y es un golpe muy fuerte para mis valores. Esto fue lo que ocurrió en Suzuka. Fue desleal, irreal.
Pero fue lo que sucedió porque las personas con poder decidieron que tenía que ser así. En todo caso, todo está contra nosotros, contra nuestro corazón, y es entonces cuando empiezo a pensar si realmente es necesario que diga todo esto. ¿Por qué motivo continúo haciendo esto si se que no me están tratando de forma leal? A pesar de todo, las carreras, la competición, las llevo en la sangre. Son parte de mi vida, son parte de mí, durante toda mi vida. Son más importantes que cualquier otra cosa. De hecho, yo sé, en lo más profundo de mí, que la situación vivida estos últimos días sólo me motiva e incita a luchar contra ella y demostrar que lo que estoy haciendo tiene algún valor. Me motiva luchar hasta el final. Creo que podremos devolver la justicia a nuestro deporte y recuperar la dignidad perdida!" ( Prost le acababa de "robar" el campeonato a Senna en 1989 durante la ultima fecha, siendo ambos compañeros de equipo... cabe destacar que Senna le "devolveria la mano" al año siguiente saliendo este campeon, exactamente del mismo modo y en el mismo GP de Suzuka: impidiendo que Prost terminase la carrera, esta vez colisionando ambos en la largada. )
